The Bass Valley

El dilema de cambiar de DAW

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Las estaciones de trabajo digitales o DAW son ahora mismo el corazón de la mayoría de los estudios de producción musical, del estilo que sean, profesionales o domésticos. Durante este mes en particular estamos asistiendo a la actualización y mejora de las aplicaciones más populares a este respecto. En esta tesitura se plantea un dilema a aquellos productores más arriesgados: ¿me conviene cambiar de DAW? En este artículo le damos unas vueltas a este dilema y analizamos sus posibles Pros y Contras.
Por Luis Rozalén / Hd Substance

Introducción

En el apartado personal, cuando comencé en esto de la creación musical, por entonces e incluso ahora la palabra productor se me queda muy grande, el concepto DAW no existía. O si existía, debió denominarse AAW o Analog Audio Workstation.

Con sus componentes cada uno por un lado: secuenciador, cajas de ritmo, sintes, mesa, efectos, grabadora …

A los pocos años de mis comienzos, los ordenadores personales entraron en el juego, por entonces dispositivos muy simples, basados en discos floppy de escasa memoria pero que podían alojar en su interior a modo de software secuenciadores MIDI primigenios.

Recuerdo perfectamente cómo fui a un importante centro comercial a comprar mi primer ordenador, un Atari 1040 st que adquirí con el dinero que había ganado trabajando precisamente en el mismo centro comercial durante las navidades.

Con la compra de aquel ordenador se incluía un paquete de software de creación musical de la marca Steinberg denominado Pro 24, que tenía esta pinta:

the bass valley PRO 24

Este fue mi primer secuenciador MIDI potente, 24 pistas para secuenciar mis instrumentos, con la posibilidad de enviar cambios de programa, mensajes de CC y con un rudimentario método de arreglar las canciones que llegué a aprenderme de memoria.

Estuve varios años usando Pro 24 hasta que el diskette dejó de funcionar y aquí ocurrió mi primera crisis secuencial, en el cambio a Cubase, de la misma marca y por entonces en su versión 1.0.

the bass valley CUBASE 1

Cubase ofrecía mejor apoyo visual, una línea de tiempo que aún conserva y múltiples mejoras en el manejo de los datos MIDI, pero por algún motivo, no me hacía con él, estaba acostumbrado a las rutinas del software anterior y en este nuevo interfaz me costaba llegar a los mismos resultados creativos. Tardé unos meses en acostumbrarme y fue creativamente un periodo bastante mediocre.

Como no hay mal que cien años dure, terminé dominando la entonces nueva plataforma y así seguí con mi Atari y mi Cubase hasta el año 2000 más o menos. En esa época los ordenadores ya habían avanzado mucho en términos de potencia y almacenamiento y el Atari ya hacía tiempo que era un ‘hierro’ con el ratón de bola atascado de suciedad y en un estado bastante trabajado el pobre, después de llevármelo de gira como un instrumento más. Como curiosidad podéis ver este concierto que dí con mi hermano Mario en RTVE allá por 1998 en el que se puede ver el Atari en acción:

Tocaba cambiar de ordenador y el dilema entonces fue Apple o PC, ambos también en un estado muy primitivo en su evolución, como lo mío era el directo opté por una solución portátil, Apple Powerbook 6400:

Powerbook 190 blackwhite

Y en términos de software continúe fiel a Steinberg y Cubase en su versión para Mac:

CUBASE 1998

Que ya incluía la posibilidad de trabajar con pequeñas porciones de audio y trabajarlas en conjunto con el software Recycle, también del mismo fabricante, para llevar tus samples a otro nivel:

RECYCLE

Un sólo ordenador podía tener dos programas abiertos a la vez y eso era entonces la leche.

Voy a ir terminando con las historias del abuelo diciendo que estuve trabajando con este combo hasta 2004 dominándolo al máximo y es en este momento en el que aparece en mi vida Ableton Live en su versión 4, siguiendo el consejo de muchos de mis compañeros músicos: ¡cámbiate! ¡verás que pasada! ¡Es otro rollo! ¡vas a flipar! … etc …

Ableton 4

Jubilé mi Mac portátil por causas de fuerza mayor ( se cayó al suelo en una actuación y literalmente estalló ), me metí en la aventura de hacerme un PC a medida e instalé en él una copia de Cubase 5.0 y una demo de Ableton, con la idea de ir haciendo la transición progresiva de una plataforma a otra siguiendo el consejo de mis amigos.

CUBASE 5

Tras tantos años con Cubase, mi flujo de trabajo se había estandarizado, para bien y para mal, algo me decía que el cambio a Ableton iba a ser positivo, que iba abrir mis horizontes creativos. Me tiré a la piscina y compré mi copia oficial de Ableton 4.

Lo instalé y me propuse empezar desde cero, la experiencia no pudo ser más traumática, acostumbrado a mi línea de tiempo, a mi mezclador …en Live no encontraba nada, no entendía la la vista sesión, estaba más perdido que una aguja en un pajar. El resultado: un año y algunos meses de parón creativo y atasco.

Ableton hacía más cosas, pero yo no conseguía hacerlas por más que me leía los manuales, ( por entonces los cursos online eran una utopía ), ante el atasco probé a pasarme a Logic a ver si se parecía más al Cubase que yo controlaba y la experiencia fue igualmente mala:

LOGIC 5

Paso atrás y vuelta a Ableton y esta vez sí, casi dos años después, en 2006 y con un Macbook como contenedor, comencé a sacar resultados y hasta ahora sigo con Ableton en su versión 11 Beta.

Año 2020

Catorce años después de mi incorporación a Ableton, vuelvo a sentir el síndrome que me ocurrió con Cubase a principios del siglo, lo domino tanto que no me sorprende, siento que estoy tocando techo, a lo mejor estoy flipando y me queda mucho por aprender, por ejemplo Max for Live nivel experto …

Pero me pongo a pensar y soy músico más que técnico y al final no se trata de tener lo último, si no de sacar resultados de lo que tienes.

¿Qué hago?

a/ Paso de live 11 y sus novedades y me quedo como estoy.
b/ Me aprendo las nuevas funcionalidades que a lo mejor no voy a usar y sigo en la rueda.
c/ Vuelvo a los inicios primitivos y secuencio en hardware usando Live como grabadora de audio. ( lo que estoy haciendo de hecho últimamente ) con lo que a lo mejor sí me interesan las nuevas funcionalidades, como por ejemplo el comping.
d/ Me busco otro software.

Cuando estoy dando vueltas a la cuarta opción, vuelvo a hablar con amigos y se repite la historia de 2004 con Ableton … Oye tío, ¿has probado Bitwig?, es increíble, no sabes lo que puedes llegar a hacer, es como Ableton pero mejor, tiene lo mejor de Cubase y Ableton …

BITWIG 3

Total que tiro de mis contactos y consigo una versión operativa de Bitwig en su última versión, la instalo y el primer feeling es el mismo que me pasó en su momento en el cambio de Cubase a Live …¿esto que es? ¿donde está todo? … de nuevo pánico.

Pero la sangre no llega al río, en un par de horas ya estoy haciendo cosas, ya estoy comenzando a tener resultados asombrosos tan sólo arañando la superficie y ya vuelvo a estar emocionado con nuevas técnicas que lleven mi música a otro nivel creativo.

Cómo soy un ser impulsivo por naturaleza, acepto el reto y me propongo cambiar de DAW de forma progresiva.

Pros

1/ Accedo a nuevos instrumentos, dispositivos y formas de trabajar.
2/ Refresco mi flujo de trabajo y encuentro nuevas inspiraciones.
3/ Renuevo mi sonido y cambio el resultado final de alguna manera.

Contras

1/ Tengo que estudiar y aprender desde cero con el retraso que eso supone a la hora de terminar trabajos.
2/ Dejo de usar dispositivos a los que estaba acostumbrado y que dominaba bien.
3/ Pierdo todo el trabajo realizado en la anterior plataforma o tengo que convertirlo a audio y MIDI files para recuperarlo en la nueva.
4/ No puedo compartir mis nuevos trabajos con usuarios de la anterior plataforma
5/ Corro el riesgo de perder un tiempo precioso en el proceso de aprendizaje y dominio de lo nuevo.

El proceso en el que me estoy embarcando se parece mucho al de dejar una relación y empezar otra, las decisiones a tomar son muy parecidas y han de ser duras y drásticas o también pueden ser progresivas y graduales.

Puede ser que dejes una pareja y tardes tiempo en encontrar otra … o como decía un amigo, lo que te quiero yo a ti que me ido a vivir con otro porque se parece a ti. Y termines con una pareja casi igual a la anterior.

Puede ser que dejes a tu pareja y en el impass hasta encontrar otra sigas quedando con tu ex y no termines de dejarlo…

Todo esto está en el aire en este momento. No estoy seguro de si quiero dejar a mi actual pareja, pero he tenido un flirteo con otra y me ha gustado mucho.

Conclusión

Voy a dar una oportunidad a Bitwig, porque promete y mucho y como proyecto para llevar a cabo el cambio voy a embarcarme en un aprendizaje exhaustivo , el tiempo precisamente ahora con la que está cayendo, no es un problema.

Así que me pongo como objetivo hacer un curso en nuestro Campus Online sobre este DAW de camino que voy aprendiendo y así poder trasladaros a los más valientes este dilema que me ocupa en estos momentos.

Seguiremos informando.

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